Amor ciego
Él mira a través de la ventanilla del auto el edificio lleno de ventanitas resplandecientes, debe pasar la mano por el vidrio porque se empañó otra vez. Sabe que ella está allí adentro, retocándose para el encuentro. Lo extraño es que ése cuadradito del centro no brilla. Debe estar mirándose en el espejo del baño, que tiene mejor luz. Él oye el sonido de un tocadiscos lejano y reproduce el ritmo de la música con sus dedos en el volante. Sigue esperando. ¡Por qué serán tan coquetas las mujeres! Pero esta vez es extraño para él que esa luz no esté encendida. Debe estar hablando por teléfono en el living con alguna amiga, debe estar riéndose a carcajadas, comentando la última película que fue a ver al cine mientras come ese chocolate amargo que tanto le gusta. Es como él dice: ella está riendo, divirtiéndose, hablando sin parar de la película que recientemente fue a ver al cine. Disfruta además de ese chocolate amargo que tanto le gusta. Pero él sigue mirando con extrañeza que su