Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2020

Nueva normalidad

Imagen
  Dos meses de encierro.  Ya no me acuerdo cómo era vivir sin palabras como tapabocas, aplanar la curva o nueva normalidad. Casi todas las escenas de una serie o película suenan inverosímiles con personajes sin barbijos o que no se lavan las manos todo el tiempo. Dejó de ser una rareza cumplir años aislado y conocer sobrinos por zoom. El primer mes ponía en orden de prioridades cosas para hacer cuando se termine la cuarentena. Ahora no sé distinguir muy bien qué es lo que extraño.  Supongo que los seres humanos tenemos siempre presente que la vida nos puede cambiar radicalmente de un minuto para otro, pero lo raro de esta vez es que nos pasó a todos juntos, y lo estamos viviendo separados.

Cuando Buenos Aires perdió la gracia

Imagen
El año pasado Buenos Aires perdió la gracia para mí. Quizás porque cumplí dos años de local y dejé de visitarla todos los días para habitarla.  Lo raro de vivir casi toda la vida a 30 km de porteñolandia es que para el resto del país sos porteño porque lo ven en el mapa y estás ahí adentro. Pero los porteños te miran extrañádisimos cuando le decís desde dónde venís todos los días "¿tanto viajás para estudiar/trabajar?". Lo bueno, para mí, es que convertí los viajes en transporte público en viajes. No siempre, claro, porque andá a meterle onda cuando el Belgrano Norte te deja a pata de noche después de salir tarde del trabajo.  En Buenos Aires siempre aproveché la capacidad de asombro del extranjero y la cercanía en el mapa para volver una y otra vez sobre los lugares que me gustan sin mucha planificación, ni pasajes de avión. Soy capaz de caminar unas cuadras de más para sacar una foto de algo raro que vi desde el colectivo. Pero el año pasado perdió la gracia. Por más que pr

Yo estaba encerrada desde antes

Imagen
Estamos encerrados hace 50 días, pero yo estaba encerrada desde antes.  No entiendo cuándo arrancó, supongo que mi encierro pre-cuarentena no fue impuesto por decreto. Sospeché que algo pasaba cuando empecé a sentir mi disfonía nerviosa varias veces por semana o cuando dejé de disfrutar mis logros porque inmediatamente tenía que planificar el próximo paso. Preferí seguir pensando que estaba surfeando la ola de la libertad como una campeona mientras caminaba en círculos en un metro cuadrado. A veces me llamaba la atención que el paisaje se repetía muchas veces en el día.  En esa andaba yo cuando cayó el encierro para todo el mundo. Nunca la frase "todo el mundo" fue tan literal. No sé. Quizás ya estábamos todos encerrados. ¿Y ahora qué? Exigimos que nos devuelvan nuestra libertad. Pero creo que es hora de que nosotros mismos la busquemos en los pasos que dejamos caminando en círculos en un metro cuadrado.