Nuestra herencia



Esta pared esconde la jungla de Parque Chas. Esconde un platycerium de más de 50 años. Una parra de uva chinche. Una terraza con macetas grandes. Muchos fantasmas de gatos. Un níspero. Un ventanal con vitraux cubanos. La niñez y adolescencia de Verónica y Diego. Tres generaciones de fotos en papel y unos cuantos gigas de fotos digitales. Mi espejo favorito. Enredaderas sin rumbo. Un almohadón con pines de todo el mundo. Maíces de colores, muchos.



Esconde silencios, manchas de humedad, arrugas y ruleros.



Esta pared esconde nuestra herencia: todo lo que fueron mis abuelos juntos.

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