El que busca, encuentra (?)

Madre (con cara de enojada) e hija con sonrisa de lata se dirigen hacia la parada del colectivo del Hospital Naval. La nena sonreiría mas si los metales que sujetan sus dientes se lo permitiesen. Hace preguntas de manera simpática pero el mal humor de la madre domina la escena.
Ya una vez en la fila del colectivo se escucha que conversan:

- No sé, no sé en qué momento te voy a comprar eso ahora - dice la mamá como si pensara en voz alta.

- Ma, ¿qué colectivo nos tenemos que tomar? - pregunta la hija con un tono dulzón de yo no hice nada.

- El 112, Camila. Sí, el 112 porque así nos bajamos en Álvarez Thomas y te compro eso en una farmacia que está ahí en la esquina... - continúa la mamá como pensando en voz alta.

- Ay, espero que no tarde mucho porque sino me aburro demasiado y no quiero - comenta la niña como si estuviera participando de una conversación diferente (o evadiendo un reto que se veía venir) mientras mira detenida y exageradamente los carteles que la rodean.

- ... nos bajamos en la farmacia - sigue la madre con oídos sordos y subiendo el tono- , te compro la caja de los aparatos, te la colgás del cuello y no lo perdés más, porque yo no te voy a estar comprando una cada vez que se te ocurra perderla.- y ahí llegamos al punto de la cuestión, al pensar en voz alta, al subir el tono.

- Bueno ma, la busqué por todos lados y no la encontré.

- Porque buscás mal, Camila. ¡Buscás mal! (en negrita porque está dicho en ese tono que se imaginan)

- Bueno, entonces vos también buscás mal porque revolviste todo mi cuarto buscando y no la encontraste - retrucó de manera perspicás Camila.

Obviamente que ante esa respuesta no hubo amedrentamiento, ni segundos de duda, ni signos de una madre descolocada pero para su desgracia no pudo encontrar esos argumentos que le hubieran gustado para el retruque. Siguió lo típico:

- Es que tenés todo hecho un despiole, no se puede encontrar nada si vos no guardás las cosas en su lugar... - y así continuó, nada muy original, cosas que las madres dicen cuando están enojadas.

Qué va a ser, ¡son terribles... estas madres!

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Más vale malo conocido que bueno por conocer?

Lunes otra vez: Enojo de lunes.

Bariloche: escapada a Villa La Angostura